Si busca disfrutar del lechazo en cualquiera de sus versiones, Las Lanchas (de Fierabrás) es el restaurante perfecto para usted.
Sin duda alguna, comer es un placer, y uno de los mayores deleites que podemos concedernos en este sentido, es degustar un buen lechazo. Sobre todo, si está de paso en Castilla y León, especialmente en Valladolid, no puede irse sin darse este tradicional homenaje de la comida castellana.
Cualquier día es bueno para comer lechazo. Si bien es cierto que acostumbramos a tomarlo en ocasiones especiales, podemos hacer que un día normal se convierta en una experiencia diferente gracias a una comida de este tipo.
El lechazo es señal de reunión, de festividad, de celebración. Venga a Las Lanchas (del Fierabrás) y pruebe nuestro lechazo a la brasa o asado al horno tradicional de leña, ¿de qué forma le gusta más?
Lechazo asado
El lechazo asado es la receta más conocida de la tradición de la cocina castellana. Cocinado en nuestro horno de leña, podrá degustar un rico lechazo asado con todas sus cualidades: una carne jugosa y con textura suave, que parece que se deshace en la boca. La piel, dorada por el calor del horno, se vuelve crujiente, generando un contraste con la carne delicioso para el paladar. Aquí, en la zona entre Fuensaldaña y Mucientes, mantenemos esta receta exquisita que todos los castellano-leoneses han probado y repiten cuando tienen ocasión.
Pincho de lechazo
Esta manera de hacer el lechazo no es casual ni caprichosa. Obedece a una necesidad histórica intrínseca de Castilla y León, tierra de campesinos. En el siglo XIX, los jornaleros encontraron en esta receta una manera fácil de comer algo caliente. Dividían el lechazo en trozos homogéneos, los sazonaban, y se los llevaban insertados en un “pincho”, para hacerlos sobre las brasas a la hora de comer. Todavía hoy mantenemos esta forma de hacerlo. Fácil de comer y delicioso.
Chuletilla de lechazo
Una receta típica del lechazo es presentarlo en chuletillas, obtenidas del despiece de las costillas desde la mitad del espinazo hasta el cuello del cordero lechal. Siempre resultan un éxito entre los comensales porque, preparadas a la parrilla, se consigue un sabor exquisito, a la vez que se mantiene la ternura y jugosidad típicas de esta carne. Crujientes y fáciles de comer, puede encontrar chuletillas de lechazo en nuestra carta, perfectas para niños y adultos.